El término metaverso es un término acuñado en 1992 por el autor Neal Stephenson en la novela Snow Crash, pero se hizo popular en 2021 cuando se anunció que Facebook cambiaría el nombre Meta y la empresa se comprometería a desarrollar la tecnología. creando un nuevo universo. Durante los últimos 20 años, “el crecimiento de la tecnología ha sido enorme, en el índice bursátil de las empresas más grandes de Estados Unidos, conocido como SandP 500, el sector de tecnología y comunicaciones representa el 40 por ciento de las empresas”, él dijo. LA SEMANA Claudia Aparicio, CEO de SingularityU Colombia.
Así, Internet y las tecnologías avanzadas asociadas al concepto de metaverso o mundo virtual, tal como lo conocemos hoy en día, van más allá, pues buscan enfocarse en experiencias digitales mejoradas o desarrollos para integrar todos los conceptos que se encuentran en la web. 3.0 y su propósito general. Para Pedro Londoño, Departamento de Propiedad Intelectual de Baker McKenzie, “al igual que Internet entonces, las experiencias metaversales llegaron para quedarse y se utilizarán en todos los sectores, desde el entretenimiento hasta la banca como una extensión del mundo real, buscando experiencias más sensuales e inmersivas”. para el usuario».
Así, hoy en día estos signos son vistos como mecanismos de autenticidad y trazabilidad del producto. Dado que los NFT no son fungibles, es decir. no intercambiables, crean escasez porque no se pueden obtener dos del mismo tipo. Las tecnologías han comenzado a utilizarse en todas las industrias, independientemente de los servicios que brindan o los productos que venden. Por ejemplo, en 2021, el país lanzó el primer contrato de minería NFT del mundo a través de la Agencia Nacional de Minería.
Las aplicaciones están ampliamente disponibles en todas las industrias y es hora de que las marcas aprovechen estos espacios. Con eso en mente, es importante comprender cómo puede comenzar a protegerse de estas nuevas tecnologías. Por lo tanto, es necesario asegurarse de que se realicen las actualizaciones correspondientes en los registros de marcas del país respectivo. En el ecosistema digital, protegerlos puede resultar algo complicado, ya que “la presencia de una obra creativa en Internet no significa que su uso esté permitido. Las obras digitales (o físicas) deben estar protegidas mediante documentos oficiales o sellos de tiempo digitales o incluso registros con tecnología blockchain”, dijo Ezequiel Canle, gerente de operaciones de Ola Guild Games y abogado experto en propiedad intelectual e innovación de SEMANA.
David Rojas, graduado de Harvard Business School en Inversiones Alternativas y CEO de Blue Castle Ventures LTD, enfatizó que el problema de las NFT es que son aún más burbuja que las criptomonedas. Un estudio reciente encontró este problema. Y la mayoría de NFT producidos están hechos por inteligencia artificial, por lo que no son reales y tampoco lo son sus resultados.